BUENOS AIRES.- Cuando se conoció el primer proyecto de reforma de la Justicia, los siete jueces de la Corte Suprema se plantearon una renuncia en bloque. Más tarde, las negociaciones con Carlos Zannini y la propia presidente Cristina Fernández de Kirchner frenaron por ahora esa posibilidad.
"Antes de ser una Corte Suprema sin autoridad, renunciamos todos…que se busquen siete Gils Carbó”, dijo -en voz alta y sin disimular el enojo -uno de los integrantes del máximo tribunal de la justicia argentina.
La decisión era unánime: “Si avanzan contra nosotros, renunciamos en bloque”, afirmaron varios miembros del tribunal, según publicó Infobae.com.
“Esta reforma termina con la justicia como poder independiente dentro del Estado”, aseguraba una de las juezas de la Corte. “Esto consagra la impunidad más absoluta en la historia argentina, si hoy ningún juez federal se le anima a ningún funcionario del Poder Ejecutivo, imaginemos lo que va a pasar de ahora en más”, replicaba uno de los ministros con mayor antigüedad.
El presidente del órgano judicial, Ricardo Lorenzetti, había recibido decenas de llamados de solidaridad desde el exterior estaba dispuesto a difundir su desacuerdo con la reforma en el exterior. “Contémosle al mundo que hay un gobierno en la Argentina que busca la suma del poder público”, le sugirieron.
“Y si no tenemos éxito, nos queda la salida más digna: renunciamos en bloque y que la Casa Rosada se lo explique al mundo entero”, propuso el presidente de la Corte mientras el resto de los integrantes avalaba la iniciativa.
Una de las juezas (son dos, Elena Highton de Nolasco y Carmen Argibay) logró bajar la espuma al enojo, cuando propuso gestionar una reunión con la Presidenta. "¿Y si le explicás que el daño que se le está haciendo a la democracia puede ser irreparable?”.
Inmediatamente, consigna Infobae.com, comenzó una ronda de llamados entre Lorenzetti y Zannini, mentor del proyecto. En la reunión entre la mandataria y Lorenzetti, lograron que la sangre no llegara al río. Finalmente, se introdujeron modificaciones al proyecto que el Ejecutivo envió al Congreso y los jueces de la Corte archivó, por ahora, su renuncia. LA GACETA